lunes, 14 de noviembre de 2016

Introduccion

INTRODUCCIÓN.
Para esta investigación sus bases primerizas estuvieron en la observación de lo acontecido en varios lugares, no solo en el ámbito del gimnasio, sino, es todo aquello que tiene que ver con ejercicio físico, a través de ella se logró observar ciertas carencias que se llegan a tener al realizar la práctica del ejercicio físico.
De igual manera indaga principalmente en problemas en la región lumbar, ya que se argumentó que es una estructura primordial, y además, importante para cualquier movimiento ya sea considerado por unos como ejercicio, o bien, por otros como simple “patrón de movimiento”, lo que, este último se toma en mayor relevancia en la investigación ya mencionada.
La región lumbar se compone de diferentes músculos, (hablando del sistema muscular), pues lo componen los músculos de la región abdominal, de la región lumbar, de la pelvis, de los glúteos, y aquellos que dan fuerza a la columna, ésta región no solo se utiliza levantar objetos, tienen múltiples funciones como lo son patear una pelota, estar de pie, mantener una postura erguida, entre otras, pues “Entre 250 000 y 500 000 personas sufren cada año en todo el mundo lesiones medulares” (OMS, 2013)
Para empezar a hablar de la zona lumbar también hay que tener en cuenta la región ósea, esta región es igual o de mayor importancia que la muscular, puesto que al haber una lesión de huesos y más particularmente en la zona de la columna no siempre con reposo hay una recuperación, para esto tenemos que saber que huesos componen la región lumbar, aunque hay una clasificación en los segmentos.
Se habla de la columna vertebral como uno solo ya que el entrar en detalle se dará más adelante en este texto, también se habla de la región de sacro, pero para sorpresa esta investigación le dará al lector saber que no solo esta región se ve afectada por sí misma, sino que también interfieren otras regiones que proveen ciertos aspectos que más adelante se mencionaran.
Lo que este documento aportara al lector, es una breve idea de lo que el realizar cualquier clase de movimiento, ya sea para fines deportivos, o bien solo recreativos, ya que todo tiene que tener una base científica de lo que se está realizando, pues no solo puede tener una mejora en el rendimiento, resistencia, y efecto de dichos movimientos que, y en particular se trataran en breve, sino muchas de las ocasiones son la posible causa de lesiones o molestias, tanto en lo individual como en grupo.
Para lograr lo que se pretende es vital conocer el movimiento del cuerpo humano, no solo hablando de un deporte o cualquier cosa que se le parezca, el funcionamiento de cada una de las estructuras que lo componen, de esa manera podremos observar, analizar, y determinar la causa de cada situación en específico, ya que “las personas con lesiones medulares son entre dos y cinco veces más propensas a morir prematuramente que las que no las padecen; las tasas de supervivencia más bajas corresponden a los países de ingresos bajos y medios” (OMS, 2013).
Pues no solo nos encontramos con gente que ha obtenido muy buenos resultados a causa de una consciente o inconsciente forma de realizar un determinado movimiento motor, pero hay casos en los que se puede observar muy fácilmente que es necesario un aprendizaje motor, no basándonos únicamente en lo que en dado deporte, actividad física, competencia, o por reglamento de las mismas, comprende por éste, sino hablamos de un movimiento, que de manera natural sucede en determinada zona o estructura corporal.
Ahora, bien sabemos que cada uno de los integrantes de un grupo, equipo o sociedad tienen capacidades únicas, se puede entender del mismo modo que ningún cuerpo, ya sea en su forma, estructura, o capacidad de movimiento es igual al de su semejante, trayendo esto una serie de individualidades que no siempre son fácilmente perceptivas para aquel que no está especializado en el tema, pero que sin duda son bases altamente requeridas para una buena ejecución de lo antes mencionado.
Sin duda será vital no solo para conseguir los resultados que se esperan, sino tener, desde principio de cada sesión, las bases que nos lleven a el éxito, tanto a corto mediano y largo plazo, pues es conocido y muy comúnmente dicho que mientras se es joven el cuerpo resiste y se recupera de cualquier exigencia a la que se le someta, pero con el tiempo va resintiendo aquello que llegaba a hacer con naturalidad.
Aunque en ciertas ocasiones no es necesario esperar tanto para comenzar a sentir ciertas molestias causadas por la práctica deportiva, posiblemente alguna se ha escuchado que una persona de una edad relativamente joven ya comienza con problemas de lesiones, que en dado caso, llegando a los extremos se ven imposibilitados de volver a practicar cualquier deporte
Pues bien esto es lo que llevo a esta investigación a comenzar su búsqueda, para poder determinar las causas, para así dar precauciones y soluciones a lo que resulte de la misma, ya que se tiene un dato importante que dice que “las lesiones medulares asociados a menores tasas de escolarización y participación económica suponen un costo importante tanto para quienes las padecen como para la sociedad en conjunto”
Pues bien para lograr esto necesitamos realizar investigaciones en ramas de estudio que nos permitan obtener el conocimiento requerido para culminar con este análisis.
Una de las ramas necesarias para la investigación de este tema es el estudio de la Anatomía del cuerpo humano, pues esta nos ayuda a conocer sus estructuras, componentes y funciones, que son necesarios para el comienzo de esta investigación.
Teniendo en cuenta que este conocimiento no solo está para un practicante deportivo, sino es ampliamente usado en el ámbito de la medicina, lo que es de vital importancia, pues al haber un análisis médico del cuerpo humano es muy aconsejable ir con un profesional, ya que no es muy común ver a atletas o entrenadores con aparatos de Rayos-X, ultrasonidos, o cualquier estudio que se le relacione, pues si bien se debe estar preparado para saber qué hacer en lo que a ejercicio físico se refiere.
No podemos olvidar que en ocasiones se necesitan estudios a profundidad del cuerpo humano, y es muy aconsejable saber lo que se puede requerir, pues al mandar a un atleta o bien de manera autónoma con un especialista, hay que tener noción tanto a uno como el otro de lo que se requiere.
Para ello se deben conocer los términos médicos utilizados, como lo pueden ser, Anterior, Ventral, Caudal, Proximal, Axial, Contralateral, Ulnar, Sural, por mencionar algunos, y esto facilitara la comunicación entre (y en dado caso) Entrenador-Atleta-Medico, ampliando el conocimiento y relaciones entre unos y otros.
Otra de las disciplinas que es requerida para poder entender el funcionamiento del cuerpo humano es la Biomecánica, pues provee al investigador un estudio en la estructura, comportamiento, y resolver situaciones en las que se pueda ver sometido el cuerpo humano, pues no solamente se debe tener en cuenta el movimiento, sino otros aspectos como la individualidad, el movimiento y sus rangos tanto posibles como únicos, o bien, situaciones de carácter externo, tales como la gravedad, resistencia, peso, por mencionar algunas.
Hay diferentes ámbitos en los que se puede investigar esta disciplina, como lo son Biomecánica Médica, Biomecánica Ocupacional, y Biomecánica Deportiva,
La Biomecánica Medica, evalúa patologías que se suscitan en el cuerpo y de esa manera crear soluciones para evaluar a las mismas.
La Biomecánica Ocupacional, como su nombre lo menciona es en ámbitos de carácter situacional, se mencionan algunos, tales como, trabajo, casa, conducción, manejo de herramientas etc.
La Biomecánica Deportiva, está estrictamente vinculada a mejorar el rendimiento desarrollar técnicas de entrenamiento y diseñar materiales, equipo, implementos o cualquier otro medio que pueda ayudar al atleta a mejorar, pues también tendrá a su disposición maquinas que evalúen con mayor exactitud su desempeño, desarrollo, y resultados que en este momento al ojo humano no es capaz de ver con facilidad.
La Biomecánica Medica y la Biomecánica Deportiva son las disciplinas que más se requieren para esta investigación, pues por un lado tenemos la parte deportiva en la que nos basaremos para explicar cómo es que se dan los problemas a nivel lumbar, ya que se está hablando de personas que no habían tenido ningún tipo de malestar, cirugía, accidente o cualquier tipo de situación que pudiera comprometer esta investigación.
Se habla de personas que por estructura fisiológica y a través de la biomecánica produce ciertos efectos que no son del todo convenientes para una persona, y a través de la parte médica, nos hace ver sus repercusiones, tanto a corto, mediano o largo plazo, pues esto proveerá al lector una breve idea de lo que sucede de manera interna que afecta (en dadas ocasiones) la salud del cuerpo humano.
Aunque en la mayoría de los casos el dolor lumbar es producido por causas de menor importancia, aproximadamente 4 de cada 5 personas tendrán dolor de espalda en algún momento de sus vidas.
Si bien durante mucho tiempo no se reconoció que trabajar sentado frente a la computadora podía producir dolores o lesiones, actualmente está científicamente comprobado que diversos desórdenes traumáticos aparecen como consecuencia de permanecer sentados durante prolongadas jornadas laborales. El dolor de espalda es la segunda causa de ausentismo laboral y se estima que, anualmente, se pierden más de 200 millones de días de trabajo en el mundo como consecuencia de estas molestias.
Quienes padecen dolor de espalda presentan síntomas tales como lumbalgia, malestar en cualquier región de la espalda y dolores que pueden irradiarse a los glúteos o piernas.
Entre otras causas, el dolor puede estar asociado a la tensión muscular, trastornos musculares, lesiones en la columna lumbar, exceso de carga, presión sobre una raíz nerviosa y posturas incorrectas (éstas pueden sobrecargar un grupo muscular y provocar su contractura, excitando los nervios del dolor que lo inervan. Si la musculatura del paciente es insuficiente o asimétrica, la sobrecarga puede mantenerse mucho tiempo o repetirse periódicamente).
Estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que, en México, al menos 8 de cada 10 adultos sufren dolor de espalda (también llamado lumbalgia) en algún momento de su vida y que, de ellos, 30% lo padece de manera crónica (por más de 3 meses), recurrente (las molestias son intermitentes) o permanente.
Más aún, el Dr. Rogelio Josué Solano Pérez, encargado del Servicio de Ortopedia Mixta de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Hospital de Ortopedia Dr. Victorio de la Fuente Narváez del IMSS, en la Ciudad de México, estima que “la mitad de las personas laboralmente activas sufren dolor de espalda en algún grado y 3 de cada 10 se ven obligados a solicitar una o más incapacidades al año por tal causa, con un promedio de 12 días por caso”.
A esto añade el experto: “Aunque la lumbalgia no es causa frecuente de consulta en adolescentes, sabemos por estadísticas mundiales que 9 de cada 10 jóvenes han manifestado, al menos, un episodio de malestar”.
El Dr. Solano Pérez menciona que los niños también pueden verse afectados o, al menos, ser propensos a sufrir este problema en años venideros, ya que los menores de 12 años con obesidad sufren desgaste prematuro de articulaciones y cartílagos (tejido blando que absorbe impactos), por lo que al llegar a la adolescencia, juventud o edad adulta, presentarán dolores lumbares si no reciben atención a tiempo.

CAPÍTULO I: ANTECEDENTES Y PREVENCIÓN DE LAS LESIONES LUMBARES

CAPÍTULO I: ANTECEDENTES Y PREVENCIÓN DE LAS LESIONES LUMBARES
El dolor lumbar y el dolor ciático constituyen una de las causas más frecuentes de consulta, tanto en la actividad de atención primaria como en las consultas especializadas de traumatología, reumatología, neurocirugía y rehabilitación.
El dolor lumbar es muy frecuente, independientemente del criterio con que se le estudie:
1. Como síntoma en la población general
2. Como causa de invalidez
3. Como motivo de consulta médica
4. Como causa de pérdida de capacidad laboral (a corto y a largo plazo)
Hay muchas maneras de enfocar el grave problema del dolor lumbar desde el punto de vista de las cifras. A modo de ejemplo se puede citar que, cada año, el 38% de las personas adultas en Gran Bretaña ha perdido un día de trabajo por esta causa. Cada mes, el 10% de los adultos ha tenido alguna restricción en el trabajo como consecuencia de dolor lumbar (Walsh, 1992) (Mason, 1994). “La tercera parte de la población de EEUU mayor de 18 años ha tenido un problema de dolor lumbar en los 5 años previos lo suficientemente grave como para consultar al médico” (Jensen, 1994).
El curso del lumbago a lo largo de la vida de un individuo es a menudo recurrente, intermitente y episódico, y para un 5% de adultos se vuelve incapacitante de forma permanente.
“El dolor suele ceder espontáneamente en 4-6 semanas en el 90% de los casos. En otro 5% de los pacientes, el dolor se resuelve en 12 semanas; finalmente, en el 5% el dolor lumbar se vuelve crónico” (Rudey, 2004).
A una parte de los enfermos se le indica intervención quirúrgica (frecuentemente, una intervención “estabilizadora” con técnicas instrumentadas) con criterios extremadamente variables y con resultados también extremadamente variables (Deyo, 1993) (Katz, 1995) (Deyo, 2004).
La aleatoriedad en los resultados de dicha cirugía y el uso indiscriminado del diagnóstico de “inestabilidad” como criterio de intervención, nos han inducido a realizar una revisión del dolor lumbar y su etiología, así como de su repercusión en la calidad de vida de los pacientes. Asimismo, revisaremos el concepto de inestabilidad de columna, aún poco claro en la clínica diaria.

Dado que el dolor lumbar abarca a un gran número de pacientes y patologías, limitaremos el estudio a un tipo de problema de columna que resulta menos frecuente, más abarcable y sobre todo “medible” como es la espondilolistesis. En este grupo de pacientes estudiaremos el dolor, la discapacidad y la “posible inestabilidad de columna” a través del estudio clínico y radiográfico de los mismos.

1.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LOS DOLORES LUMBARES

1.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LOS DOLORES LUMBARES
La patología lumbar se expresa en la clínica humana por un síntoma esencial: el dolor. El dolor lumbar ha sido un importante problema para la humanidad desde hace miles de años.

La primera descripción de ciática se encuentra en un manuscrito egipcio (datado alrededor de 2500 AC) donde se relata el caso de un paciente con dolor lumbar y en la pierna que se exacerbaba al levantar la misma. Hipócrates introdujo el término ciática, pero fue más tarde cuando autores romanos clásicos como Soranus y Caelius Aureilanus, definieron la ciática e introdujeron los términos psodiaca y dolor ischiadicus para el dolor en el psoas y en la zona isquiática.

En el siglo XVI, Vesalio realizó las primeras disecciones humanas que establecieron las bases anatómicas para empezar a explicar el origen del dolor lumbar. “En los siglos XVII y XIX, muchos autores como Cotugno, Von Luschka, Lasègue, Oppenheim, Babinski, Virchow y Kocher contribuyeron al esclarecimiento del problema del dolor de espalda” (Latchaw, 1982).


La primera explicación científica razonable de dolor lumbar combinado con dolor en una pierna surgió en 1934 con la publicación de la conocida observación de Mixter y Barr, relacionaron por primera vez el prolapso del disco intervertebral con el origen del dolor sobre todo en lo que se refería al dolor ciático (Mixter y Barr, 1934).

1.1.1. Causas del Dolor Lumbar

1.1.1.   Causas del Dolor Lumbar
La degeneración de la columna vertebral es una parte normal del proceso del envejecimiento, pero desgraciadamente también puede ser causa de dolor lumbar. “Las alteraciones degenerativas afectan a todas las estructuras del segmento móvil incluyendo los discos intervertebrales, las articulaciones facetarias y los ligamentos” (Schmorl, G. Junghanns, H. 1959).

“El proceso de degeneración parece que se inicia en el disco intervertebral y de ahí se traslada a las articulaciones interapofisarias y a los ligamentos debido a que la carga se traslada desde el disco a esas estructuras” (Butler, D.1990).

Es clásico el esquema de la degeneración del segmento móvil en tres etapas sugerido por Kirkaldy-Willis (1983).

En la primera etapa (disfunción) se observan cambios en la composición bioquímica, en la fisiología y en la biomecánica del segmento que ya pueden producir síntomas.

La segunda etapa se considera que aparece cuando estos cambios conducen a un aumento de la movilidad en el nivel afectado (fase de inestabilidad sintomática).
La tercera etapa es la de estabilización, en la que el segmento móvil se estabiliza por nuevas alteraciones bioquímicas y por la aparición de osteofitos. En esta etapa los síntomas pueden desaparecer, o bien puede aparecer una estenosis del canal espinal por los mismos osteofitos o por la hipertrofia de las facetas.

Las alteraciones bioquímicas, fisiológicas y biomecánicas son aparentemente similares tanto en el proceso de envejecimiento normal como en las degeneraciones sintomáticas de la columna. Con la excepción de los cuadros en que existe una degeneración grave y de múltiples niveles, “no hay correlación entre las alteraciones observadas en las radiografías y la incidencia o gravedad del dolor lumbar” (Frymoyer, J. 1984).


No se comprende bien por qué el mismo tipo de alteración es asintomática en unos individuos y produce síntomas de mayor o menor gravedad en otros, y quizás a ello se debe la creciente atención que se le dedica a los otros dos factores: la diferente sensibilidad de los mecanismos nerviosos del dolor, y los factores ambientales que influyen poderosamente en su percepción.

1.1.2. Problemas Causados por el Dolor Lumbar

1.1.2.   Problemas Causados por el Dolor Lumbar
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (International Assosiation for the Study of Pain, IASP) ha definido el dolor como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño de los tejidos, actual o potencial” (Merskey, H. 1979). Esta definición tan general implica en la experiencia dolorosa a dos factores: el sensorial y el emocional.

Al lado de las causas periféricas del dolor, como pueden ser la propia hernia discal, la artrosis de la columna o la espondilolistesis, resulta cada vez más evidente que en la percepción del problema doloroso intervienen causas que podríamos denominar ´extrínsecas medioambientales o del entorno´, que influyen de manera decisiva en la percepción del dolor.

“Para la comprensión del dolor lumbar, la epidemiología aporta datos sobre la magnitud del problema, la historia natural del dolor lumbar y los factores de riesgo individuales y externos asociados al dolor lumbar” (Andersson, G. 1991).

Desgraciadamente, el mayor problema en la epidemiología del dolor lumbar es la ausencia de una clasificación diagnóstica aceptada por todos. Algunos autores consideran incluso que la epidemiología del dolor lumbar debería “restringirse exclusivamente a la ciática y a la hernia discal por ser más fáciles y más uniformemente definidas y clasificadas” (Heliövaara, M. 1988). Sin embargo, el problema del dolor lumbar es de tal magnitud que debe reseñarse.

En Canadá, un país que puede tomarse de ejemplo porque tiene una cobertura sanitaria completa para todos sus habitantes, y similar a la nuestra, el 30-40% de las ausencias laborales son debidas a dolor lumbar. El lumbago es responsable de la cuarta parte de las reclamaciones laborales. Entre 1997 y 2001 se recibieron 63,900 reclamaciones de hombres y 26,800 de mujeres, es decir más del doble de hombres que de mujeres.

Más del 90 % de los casos no tienen una causa específica (tal como infección, osteoporosis, artritis, etc.).  La prevalencia del dolor lumbar se define como el número de personas en una población determinada que presentan quejas en un determinado momento, independientemente de si el dolor lumbar estaba presente en el momento del estudio.

La prevalencia depende de la incidencia y de la duración de los síntomas. La incidencia, por otro lado, es el número de personas que, sin tener dolor lumbar al inicio del estudio, desarrollan dolor lumbar (nuevos casos). El estudio de la incidencia requiere el estudio de una población libre de síntomas al inicio y su seguimiento durante un periodo de tiempo, lo cual dificulta su definición.

Valkenburg y Haanen (1982) desarrollaron un estudio sobre incidencia y prevalencia en Holanda entre 1975 y 1978 en Zoetermeer.

Su estudio se basó en una población de 3091 hombres y 3493 mujeres de 20 o más años de edad. La evaluación se realizó con cuestionarios y una exploración física estándar. En las personas de más de 45 años, se realizaron, además, estudios radiográficos.

En el conjunto de todas las personas estudiadas, la incidencia de dolor lumbar en la vida previa al estudio fue de 51% en varones y de 58% en mujeres. La prevalencia puntual de dolor lumbar fue de 22% y del 30% respectivamente, con un incremento de ambas al aumentar la edad hasta los 55 y 65 años respectivamente, y disminuyendo a partir de ahí.

El 30% había sufrido dolor lumbar durante más de 3 meses. En el 85% hubo recurrencia. En el 1’9% de los hombres y en el 2’2% de las mujeres se encontró prolapso discal, definido por los síntomas y signos clínicos.

Comparado con otros países, la incidencia en la vida previa de dolor lumbar es bastante baja y la prevalencia puntual es bastante alta. Los datos de la prevalencia y la incidencia del dolor lumbar se sacaron de fuentes de seguros y hospitalarias y a partir de estudios clínicos prospectivos y retrospectivos.

A partir de estos datos puede estimarse el impacto del dolor lumbar en una población específica.

Los resultados, sin embargo, deben interpretarse con cautela por varias razones:

1) Al no haber una definición global de dolor lumbar, los criterios de inclusión y exclusión pueden variar.

2) Las diferencias en las consecuencias del dolor lumbar reflejan en gran medida las diferencias individuales (condiciones laborales) y sociales (programas de compensación al trabajador).

3) El dolor lumbar es a menudo intermitente, lo que resulta en falsos positivos y también en falsos negativos en estudios observacionales de sección transversa.

4) A menudo en los datos recogidos con cuestionarios hay subestimación, hecha por Svensson y Andersson en el año de 1982 mostraron que, “de los hombres que dijeron que nunca habían tenido dolor lumbar, de hecho una cuarta parte habían tenido alguna baja laboral con ese diagnóstico”. (Svensson, H.  Andersson, G. 1982)


Las estadísticas nacionales de los diferentes países Europeos y de los Estados Unidos indican una prevalencia puntual de dolor lumbar que está entre 15 y 35%. Aunque la historia natural del dolor lumbar muestra una recuperación excelente en algunas semanas, aproximadamente el 1% de los pacientes con dolor lumbar llegan a estar crónicamente discapacitados.

1.2. ESTUDIOS DE LA BIOMECÁNICA

1.2. ESTUDIOS DE LA BIOMECÁNICA
“La Biomecánica estudia las diferentes áreas relacionadas en el movimiento del ser humano y los animales, considerando: funcionamiento de los músculos, tendones, ligamentos, cartílagos y huesos, cargas y sobrecargas de estructuras específicas, y factores que influencian el desempeño” (Teixeira, C. 2007).
Desde hace varios años se han desarrollado varios caminos. Para unos, el mejor método es realizar el estudio experimental con piezas cadavéricas. Esta forma de comprobar la biomecánica resulta insuficiente, ya que nos fallan dos parámetros muy importantes: la actividad muscular y la actividad ligamentosa, al no poder actuar las fibras nerviosas propioceptivas, que son una pieza fundamental en la actividad fisiológica.

Un segundo grupo de investigadores ha propuesto el estudio en el ser vivo, bien con modelos animales o humanos. El modelo animal tiene un gran inconveniente: no es un ser que se encuentra en bipedestación. El modelo humano presenta unas grandes dificultades para poder desarrollar toda la investigación necesaria.

Por último, se ha efectuado el estudio biomecánico a partir de modelos matemáticos. Esta línea de investigación es la más exacta, pero resulta la más incomprensible para el cirujano medio. Creemos, por tanto, que no merece la pena seguir por este camino, que iba a resultar ininteligible para muchos, e intentaremos efectuar una explicación más práctica y no teórica en exceso.

El actual desarrollo de la Biomecánica se evidencia por los nuevos procedimientos y técnicas de investigación, en los cuales es posible reconocer la tendencia creciente en combinar varias disciplinas científicas en el análisis del movimiento. En los últimos años, el progreso de las técnicas de medición, el almacenamiento y procesamiento de datos han contribuido en gran medida en el análisis del movimiento humano.


Es claro que ninguna disciplina científica se desarrolla de manera individual. Para su formulación, la Biomecánica recurre a diversas disciplinas científicas, hecho que consolida su dependencia multidisciplinar en la formación de un dominio de conocimiento con estrechas relaciones interdisciplinares.

1.2.1. Influencia de la Biomecánica en el Deporte

1.2.1.   Influencia de la Biomecánica en el Deporte
Cuando nos referimos al movimiento deportivo como objeto de estudio “se evidencia la dependencia entre diversos fenómenos para su interpretación, debemos señalar que esto ocurre dada la naturaleza compleja de los múltiples elementos que interfieren en su composición y que, consecuentemente, influyen en la realización y rendimiento del movimiento” (Amadio, A.; Costa, P.; Sacco, I.; Serrao, J. y otros, 1999).

Siendo definidos a través de métodos y principios biomecánicos los parámetros que caracterizan la estructura técnica fundamental del movimiento humano.

Para la investigación del movimiento en Biomecánica, es necesaria, dada la complejidad estructural del mismo, la aplicación simultánea de métodos de medida presentes en diversas áreas del conocimiento de la ciencia.

“En el análisis del movimiento humano, los métodos empleados, dependen del tema estudiado, siendo posible su utilización de manera individual o en conjunto, mediante sistemas que posibilitan la adquisición de datos de forma sincronizada” (Graciano, A. 2008).


Las técnicas de medición de variables físicas aplicadas al cuerpo humano, son esenciales para el estudio tanto en la Biomecánica externa como en la Biomecánica interna. Medir una variable física significa establecer una relación entre esta y una variable-unidad de la misma naturaleza.

1.2.2. Biomecánica de la Columna Vertebral

1.2.2.   Biomecánica de la Columna Vertebral
La columna vertebral realiza movimientos de flexión, extensión, flexiones laterales y rotaciones. Todos ellos tienen como misión que el cráneo pueda girar 270º con respecto a la pelvis, para poder obtener una visión binocular, que es necesaria en el ser humano, y poder obtener una interpretación consciente de los hechos y situaciones que se producen a nuestro alrededor.

Al mismo tiempo, la columna vertebral es el esqueleto axial, sosteniendo, por tanto, todo el peso corporal. Esta posible contradicción entre la movilidad y soporte, se resuelve, si pensamos que estos movimientos se producen por la suma de los pequeños movimientos vertebrales. Como todos podemos observar, la columna presenta dos segmentos que son mucho más movibles.

El primer segmento es la columna cervical, que permite girar el cráneo para obtener un mayor campo visual. El segundo segmento es el raquis lumbar, que acerca las manos al suelo, por ello, la flexión es el movimiento más amplio que se produce en la región lumbosacra.

Durante la filogénesis, es decir, el paso de la evolución de la raza humana de la posición de cuadrúpedo a la bipedestación, se produjo el enderezamiento y posterior inversión de la columna lumbar, inicialmente cóncava y posteriormente convexa, desarrollándose la lordosis lumbar. Esta evolución no ha sido seguida completamente por la pelvis, persistiendo un cierto ángulo que debe "ser absorbido" por la propia región lumbar, sobre todo en su unión lumbosacra.

Nos podemos preguntar el porqué de la presencia de las curvas raquídeas en el plano sagital. Se ha podido demostrar matemáticamente que la resistencia de una columna es igual al número de curvas al cuadrado más uno. Esto hace que la columna normal presente una resistencia diez veces mayor que si fuese una columna rectilínea.


Esta simple disposición biomecánica hace que las vértebras puedan ser de menor tamaño y peso, consiguiéndose una resistencia mayor al mismo tiempo. La movilidad de la columna vertebral se produce en la articulación triarticular, es decir, en ambas articulaciones interapofisarias y el disco intervertebral. Como toda articulación, necesita de unos músculos que sean palancas activas y de unos ligamentos que limiten el movimiento.

1.2.3. Rangos de Movimiento de la Columna Vertebral

1.2.3.   Rangos de Movimiento de la Columna Vertebral
Los rangos de movimiento de esta zona quedan descritos en la tabla I tomada de White y Panjabi (1990). Lo más característico de la cinemática de la columna lumbar es que la flexo-extensión (plano sagital) aumenta conforme se avanza en dirección caudal, de forma que en la unión L5-S1 se aproxima a los 20º.

El aumento de las patologías en los niveles L4-L5 y L5-S1 es explicable por tres motivos:
-Soportan un mayor peso por estar situadas más caudalmente.
-Poseen una mayor movilidad.
-La inclinación de los planos discales de L4-L5 y L5-S1 es mayor que la de las vértebras más craneales, con lo cual la componente intervertebral de cizalla es a su vez mayor.

Dicha componente es asumida en su mayor parte por las carillas de orientación casi perpendicular al plano discal en L4-L5 y L5-S1, a 14 consecuencia de lo cual se producen grandes tensiones en el arco (posibilidad de espondilólisis).

Respecto a la flexión lateral, en la tabla I se indican los valores medios y las desviaciones stándard para los diferentes niveles. El rango de flexión lateral de la columna lumbar globalmente considerada, viene a ser de unos 15º. Por su parte, el rango total de la columna lumbar en rotación axial es de unos 18º, como se ha demostrado en estudios realizados en persona.

Los movimientos de rotación o torsión son muy escasos en la columna lumbar, limitándose a unos 2 grados en cada dirección en todos los niveles.
Unidad Funcional
Flexión/Extensión
Flexión Lateral (a un lado)
Rotación Axial (a un lado)
L1-L2
12º (5 a 16)
6º (3 a 8)
2º (1 a 3)
L2-L3
14º (8 a 18)
6º (3 a 10)
2º (1 a 3)
L3-L4
16º (9 a 17)
8º (4 a12)
2º (1 a 3)
L4-L5
20º (10 a 22)
6º (3 a 9)
2º (1 a 3)
L5-S1
17º (10 a 24)
3º (2 a 6)
1º (0 a 2)
Rango de movimientos de la columna lumbar (tomada de White y Panjabi, 1990)

Un movimiento que no consta en la tabla I, y que sin embargo tiene gran importancia en la región lumbar, es el desplazamiento anterior en el plano sagital, o movimiento de cizallamiento, que algunos autores cifran en unos 2’5-3 mm.

Según datos de la literatura, puede considerarse que la columna lumbar comienza a ser inestable cuando el desplazamiento anteroposterior de una vértebra en relación con la contigua sobrepasa los 4’5 mm o el 15% del diámetro anteroposterior del cuerpo vertebral en radiografía en reposo (White, A.; Panjabi, M. 1990).


Asimismo la columna será inestable cuando aparezca un desplazamiento relativo del mismo rango antedicho, entre dos radiografías comparadas realizadas una en extensión y otra en flexión completa.

1.2.4. Movimientos Combinados

1.2.4.   Movimientos Combinados
En todas las articulaciones, y muy específicamente en la columna lumbar, se dan movimientos acoplados, lo cual quiere decir que un movimiento raramente sigue una dirección “pura” (flexo-extensión, flexiones laterales o torsión)

Lo más frecuente es que un movimiento en una cierta dirección se combine con el de otra dirección. Uno de los acoplamientos más frecuente que sirve de modelo y de ejemplo es la Flexión Lateral-Rotación Axial.

Es decir, una flexión lateral va acompañada de una rotación. El patrón que sigue el acoplamiento de la zona L1 a L4 es justo el opuesto del que poseen las zonas cervicales y dorsal superior. En las uniones lumbares L1-L4, la rotación vertebral se produce de forma que las apófisis espinosas se mueven hacia el lado de la concavidad de la curva.

Por el contrario, en las uniones L4- L5 y L5-S1 el patrón es el opuesto al de la zona L1-L4 y vuelve a coincidir con el patrón cervical y dorsal superior. El nivel en el que cambia el sentido del acoplamiento es justamente el L4-L5, lo cual constituye un factor adicional que hace dicha unión muy proclive a patologías de origen biomecánico.

El raquis lumbar presenta, por tanto, una buena flexo-extensión, y una flexión lateral media y una rotación axial pobres, debido esto a la orientación de las carillas articulares que chocan entre sí durante este movimiento. Los rangos de movimiento de flexo-extensión aumentan de arriba abajo y los de flexión lateral son muy escasos en el nivel inferior.


Es por eso que la biomecánica de la columna lumbar es extraordinariamente compleja. Cabe suponer que el proceso de envejecimiento la vaya alterando y que los desajustes biomecánicos progresivos sean capaces de producir dolor. Pero también debería tenerse en cuenta esta complejidad a la hora de realizar intervenciones quirúrgicas que puedan alterar de forma desfavorable la delicada y compleja biomecánica (fijaciones vertebrales, discos artificiales, etc.).

1.3. EJERCICIOS EVOCADOS A LA PREVENCIÓN DE DOLORES LUMBARES

1.3.1. Método Pilates

1.3.1.    Método Pilates
El método pilates se fundamenta en unos principios que dan sentido a su finalidad y al cumplimentarse, permiten disfrutar de las excelencias de dicha técnica de trabajo. La concentración, el contrometodol, la centralización, la respiración, la precisión y la fluidez de movimiento son los seis principios básicos de la técnica Pilates y nos sirve para armonizar la atención mental de nuestro cuerpo con el movimiento (Cárceles, R. 2009).

Hay diversos ejercicios que pueden ser de utilidad para evitar o en su caso disminuir el dolor lumbar, y esto conlleva a no solo la parte muscular, sino también debe tenerse en cuanta otros aspectos como por ejemplo respirar, puesto que “respirar es lo primero y lo último que hacemos” (Pilates), dándose a entender la importancia en este aspecto de nuestra vida.

El método Pilates hace hincapié en la espiración. Se debe a que Pilates creía que para respirar correctamente, debe inspirarse y espirarse por completo, intentando expulsar por todos los medios cualquier partícula de aire impuro de los pulmones.

La respiración que se utiliza en Pilates funciona para favorecer la presión intra-abdominal que ayuda a estabilizar la columna y facilitar los movimientos avanzados. Por eso decimos “inspire al realizar el movimiento”. La presión intra-abdominal va “hacia adentro y hacia arriba” y protege discos que se hallan a lo largo de la pared posterior de la cavidad abdominal, ayuda a descargar los discos.

La inspiración reduce la presión de los discos un 40% y facilita la extensión de la columna, mientras que la espiración facilita la flexión (Tinoco, M. 2012).

Probablemente el más importante de todos los conceptos del Método Pilates es el powerhouse ya que hace referencia a todos los músculos estabilizadores del tronco. Según el concepto Pilates, éstos deben tonificarse, buscando siempre calidad en la ejecución y control postural lo que provoca un desarrollo propioceptivo importante que facilitará la reeducación postural.


A la vez, la tonificación de la musculatura estabilizadora provocara una descompresión articular disminuyendo la erosión y el stress óseo (Muscolino, J; Cipriani, S. 2003) al partir el trabajo desde una postura correcta.

1.3.2. Higiene Postural

1.3.2.   Higiene Postural
Para todo trabajo, movimiento o posición que realicemos, existe una manera adecuada y correcta de realizarla evitando lesiones a largo plazco o molestias en nuestro cuerpo. A este conjunto de recomendaciones o consejos se les llama Higiene Postural.

El fin de la Higiene Postural es reducir la carga y daños en la columna vertebral principalmente, cuando se realizan actividades de la vida diaria.

Algunos ejemplos de Higiene postural son:
-Movimientos de anteversión y retroversión con pelotas de distinto tamaño.
Con este tipo de ejercicios, pretendemos que el paciente perciba y sea consciente de los movimientos de su espalda, para de esta manera, trasladarlos a acciones de la vida cotidiana.

-Ejercicio de estabilización sobre pelota de propiocepción.
Con este ejercicio pretendemos crear una situación de inestabilidad mediantes balones gigantes, con el objetivo de crear un equilibrio muscular adecuado entre la musculatura abdominal y lumbar.
-Estiramientos del psoas iliaco y de la musculatura isquiosural y estiramientos de la columna vertebral (rastreos).
Para realizar adecuadamente los estiramientos es muy importante la disposición de la pelvis y la correcta alienación de la columna (Sullivan, M. 1992).

-Potenciación de la musculatura oblicua y transversa, el recto anterior del abdomen, y la musculatura paravertebral
Estimula los músculos del abdomen, así como el cuadrado lumbar, que se activa sobre todo para dar estabilidad al raquis. Es efectivo por su capacidad para activar la musculatura oblicua y cuadrado lumbar. Genera una actividad mioeléctrica muy baja en el psoas y resto de los flexores de la cadera produciendo una mínima compresión lumbar.

-Estiramientos dorso-lumbares

Este movimiento está destinado esencialmente a relajar la musculatura paravertebral. La posición de partida es a gatas, con las rodillas y las manos apoyadas en el suelo, con los brazos verticales y la espalda recta, horizontal. Puede arquearse ligeramente hacia atrás si no le duele al hacerlo. Desde esa postura, encorvar la espalda todo lo posible, arqueándola hacia adelante y abombándola hacia arriba, y sentarse sobre los talones. Volver a la posición de partida y repetir el movimiento hasta completar la serie.